La depresión postparto aún continúa siendo un tabú entre muchas familias, según expertos, esta enfermedad estaría aumentando entre las latinas.
Stephany Coronado, madre de familia, pasó por un proceso de muchas emociones cuando se convirtió en madre.
Noticias California 24/7 en Telemundo 48.

“Lo recuerdo como el momento más feliz en cuando tengo mi hija, nace, y también es el momento de más tristeza cuando creo que descubres que una parte de ti cambia y ya no eres la tú antes de ser mamá”, relató Stephany.
Sentimientos que no reconocía y que creía que se trataban de los llamados “baby blues” o tristeza posparto, el cual afecta al 75% de nuevas madres y comienza tan pronto como el primer día después de dar a luz. Algo que podría anticiparse, pero no alargarse.
“Las primeros dos semanas es normal, pero si esa sensación de no tener felicidad, de sentirse triste, de no quererse parar de la cama, de no querer comer y a veces no querer estar con el bebé es importante reconocer que eso puede ser la depresión posparto”, explicó Katherine Bianco, especialista de alto riesgo obstétrico en Stanford’s Children’s Hospital.
Bianco indicó que los casos de depresión posparto en latinas van en aumento, según investigaciones.
Y así lo plasman estadísticas que reflejan un aumento de más del doble entre el 2010 y 2021, según récord de Kaiser Permanente Cocal Health.
De hecho, de acuerdo con un estudio realizo realizado por el “Journal of Racial and Ethnic Health Disparities” en el 2016 muestra que 40% de latinas experimentaron un trastorno de salud mental después del parto, como la depresión comparada con madres anglosajonas. Atribuyen esto en parte al estatus socioeconómico y migratorio de la mujer.
Por esto, Bianco enfatizó que es importante no perder sus citas posparto.
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“Es importante regresar a la cita a las seis semanas porque ahí es donde realmente ya no estás en estado, tienes un recién nacido, hacemos un examen físico mental. Vemos cuáles son tus necesidades. Si se está presentando la depresión postparto pues la vamos a detectar en ese momento”, afirmó Bianco.
Stephany acudió a su cita y a pesar de sentirse diferente, en ese momento no se identificó con ningún síntoma.
“Sí hubo un seguimiento, pero no es como preguntas o cosas como síntomas de que ‘oye, tú te sientes ansiosa, sientes miedo, sientes esto”, dijo Stephany.
El tiempo avanzó y las dudas aumentaron, sin saber a quién contarle.
“Pero ¿qué tipo ayuda pido? ¿a quién le pido ayuda, quién está ahí para apoyarme? ¿qué le pasa a mi hijo si yo pido ayuda, me consideran que estoy como capaz de cuidarlo después de que diga eso?”, aseveró Stephany.
“Es totalmente normal tener ese miedo si digo que no me siento bien, que no quiero estar con el bebé o algo me lo van a quitarme en realidad no, realmente es una enfermedad que es curable, lo que necesitamos es buscar ayuda para prevenir que realmente algo malo pase”, explicó Bianco.
Es que, aún es palpable el estigma sobre la salud mental en la comunidad latina, y sobre todo la presión que muchas madres sienten hoy en día.
“Desde que nace tu bebé se espera que la mamá tiene que estar en su mejor momento. Si tu bebé está sano tienes que estar feliz y tú sabes que si tú no estás bien cómo es posible que no estés bien si tu bebé está bien”, dijo Stephany.
Pero la realidad es que no siempre es así, y ese miedo de ser juzgado es uno de los factores que las mantiene en silencio.
“La depresión posparto se siente como estar en un túnel o en un pozo que puedes, que ves la luz y que quieres salir”, dijo Stephany.
Según Bianco la depresión posparto entre madres latinas y las anglosajonas se debe a varios factores, entre ellos, la transcultirización.
“No tener tus hijos de donde uno es, del país que no es, sino tenerlo en otro país, donde uno de repente ya no tiene la misma capacidad de tener una tía, una abuela, una prima, sino que uno está más solo”, aseguró Bianco.
Es una situación que Noemi Pérez ha vivido de cerca.
“Estoy sola, soy madre soltera. Tenía miedo con mi bebé, es complicado”, expresó Noemi.
Ella migró de Guatemala hace dos años, y su hija nació hace un mes.
“No sabía qué hacer, a veces lloraba yo con ella porque le daba yo y no quería, la cambiaba y no quería, pero con ellas me ayudaron”, dijo Noemi.
Noemi se refiere a las dulas.
“Somos dulas, ayudamos a las mamás durante su embarazo, en el parto y después del parto”, explicó Jenni Trejo, cofundadora de Birth Companions Community Center.
Ayuda antes, durante y después, incluyendo la cuarentena, el periodo de 40 días en el que la madre se enfoca en recuperarse. Se abstiene de sus tareas, con apoyo de familiares y amigos, pero cuando no está esa ayuda, una dula puede ser su socorro.
Según California Health Care Foundation, madres estarían cada vez más interesadas en la atención que brindan las dulas, indican que el 57% de las mujeres ha expresado interés, el 39% lo consideraría, y el 18% definitivamente quiere una.
Desde el 2023, Medi-Cal amplió el acceso al servicio de dulas, mediante pago por servicio y a través de planes de atención administrada, pero en algunos lugares, la ayuda es gratis.
Aunque Birth Companions Community Center depende de donaciones limitadas, madres son conectadas con dulas gratis.
“Nuestras dulas han tenido ese entrenamiento para detectar esas señales, a veces no se da cuenta la mamá que está empezando con una depresión posparto, sabemos que si mamá está bien, bebe va a estar bien también”, dijo Trejo.
En el centro imparten clases, talleres y medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de la depresión posparto y manejar síntomas iniciales.
También ofrecen espacios privados especiales para madres con depresión posparto o que necesita ser escuchada.
“Para empezar desde que están emigrando de su país están llegando a un lugar que no es suyo con un lenguaje diferente, sin familia”, dijo Teresa Hernández, dula de Birth Companions Community Center.
Teresa enfatizó que el actual ambiente político, la situación migratoria y el miedo entre la comunidad ha influido en que menos madres se acerquen por lo que buscan crear consciencia.
“Al tener una dula siente que alguien como una prima, una hermana, una tía, alguien está con ellas ¿verdad?, que les está sosteniendo la mano y está entendiendo lo que están viviendo”, indicó Hernández.
“Una dula es como una segunda madre”, dijo Noemi.
Ella se siente en familia y capacitada para ser la mejor madre para su hija, pero, sobre todo, capaces de ser madre, porque ya son las superheroínas de sus hijos.
Para más información sobre recursos haz clic aquí .
También puedes visitar la página del Departamento de Servicios de Salud de California.